Los amantes de la Navidad ya comienzan a frotarse las manos, pronto van a poder adornar sus casas como a ellos les gusta, poner árboles con millones de adornos bonitos y coloridos, poner la bandeja con mantecados y polvorones para recibir a quienes les visitan, y empezar con las primeras compras con las que harán un poquito más felices a sus seres queridos. Otros comienzan a planear sus viajes hay mucha gente que vive lejos de su familia y es justo en estas fechas cuando aprovechan para pasar las fiestas en la mejor compañía, otros sin embargo optan por viajar a otros lugares no les gusta tanto la Navidad y prefieren coger esas vacaciones para ir a otros lugares diferentes, no todo el mundo ve de igual modo la Navidad. Y otros como nosotros ya andamos preparando la recogida de la aceituna otro acontecimiento que viene ligado a estas fechas y que no podemos dejar por alto.
Dependiendo de la zona en la que uno se encuentre se empieza antes o después con la recogida, hay quien lo hace antes de la Navidad y hay quien por el contrario lo deja para después de Reyes. En cualquier caso sea una fecha u otra hay que recogerla antes de que las primeras heladas empiecen a arrugarla y a dejarla en nada, es por eso que hay quien lo suele adelantar temiendo a que el tiempo haga de las suyas y al final el fruto se quede en nada. Mi padre todos los años suele ser precavido y aprovechamos el puente de la Constitución y la Inmaculada para ir al campo a recogerla cuanto antes, ahora anda preparando el tractor con el que la transporta a la almazara, lo que menos queremos es que pueda darnos algún tipo de problema en plena recogida, es algo viejo ya y va siendo hora de que le pida uno a los Reyes Magos, ya se lo dijimos el año pasado pero el opina que todavía aguanta bien. Desde luego es que mi padre siempre confía en desguacescasquero es allí donde encuentra cualquier tipo de pieza que necesite el vehículo y acaba dejándolo funcionado a la perfección, desde luego todavía no nos ha dado ningún tipo de problema nunca.
Así que nada prepararemos la ropa de abrigo que aunque mi madre hace buenas lumbres nadie te libra del rocío de la mañana cayendo de la oliva directa a tu cara para despejarte por completo.